viernes, 18 de diciembre de 2009

el cielo pinta de rosa violeta. Está atardeciendo --y no quiero que termine el día, algunas nubes de algodón desaparecen como han ido desapareciendo mis miedos. Estoy otra vez de su mano. Y me siento la mujer más contenta del mundo. Mi madre no deja de tratarme como una niña. Su niña. Ah mamá cuánto bien me hace tu presencia!
*
Visita al médico en Atlacomulco.
*
Visita a los parientes.
*
Conversaciones largas y café y té y galletas. Y mandarinas.
*
Aparte de las enfermedades crónicas. Hay otros padecimientos. No el alcohol. No la diabetes. No los huesos. La locura.
*
A contratiempo.
*
Visitamos también los centros comerciales. Las compras. Los regalos. La cena.
*
A contratiempo. A tiempo. Pienso en ti, mi Luz.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Newmarket On, to Rioyos, Buenavista, Méx.

Hola Susie: ¿Cómo estás? Son las tres y media de la mañana y estoy pensando mucho en ti. ¡Te extraño mujer! Generalmente me causa alegría extrañarte. Me parece indicativo de lo mucho que te quiero, pero hoy no me da alegría. Hoy estoy triste, sin embargo, sorprendida por la tristeza. No sé qué me pasa. Quizá, la distancia y el tiempo me han alcanzado.

Desde aquella vez que estábamos chateando, me quedé con ganas de decirte que tú me inspiras cosas bellas y hermosas. Usted me inspira cosas bellas y hermosas. Gracias a esta inspiración que me provocas he retomado la creación literaria en español. Estoy disfrutando mucho reencontrar mi lengua materna. Todavía no lo termino, pero me muero de ganas de compartirlo contigo. A ver qué piensas. Aquí mismo te lo envío. Se llama A Contratiempo.

Apenas empezó a nevar hace algunos días, y ya estoy depre. Pero sé que no es la nieve, es mi vida. Susie, no dejes de enviarme los poemas de CRG para que los traduzca. Me va a servir de terapia contra la tristeza que tengo clavada con el frío del invierno.

¿Y tú, amiga? ¿Qué vas a hacer esta navidad? Supongo que te la pasaras con tu mami, tus sobrinos, tu hermana. Yo voy a seguir pensando en ti. Y en que no quiero que sientas vértigo, ni ansiedad, ni depre, ni nada de eso. Yo te voy a pensar rodeada de luz.

Siempre tuya,
L
*
Es mi quinto año consecutivo por estas tierras. Celebraré el año nuevo con el típico frío de las montañas entre los pinos del bosque. Su aroma. He preparado tres maletas: una ropa, dos regalos, tres libros. La más grande y pesada es la de mis libros.

Me gusta la intimidad, por fin, podré estar con mi madre. Claro, toda la parentela.

Tendré tiempo para leer y jugar con mis perros. Tendré tiempo para reflexionar, para meditar y escribir. Tendré tiempo sólo para mí. Leeré. Leeré y te escribiré Luz. Te lo prometo, ya van en camino Los textos del Yo.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Preámbulo amoroso

El amor no tiene sexo, es sólo amor. He tenido cinco novios y una novia. A todos los he querido por igual. Y ¿tú?

jueves, 10 de diciembre de 2009



Nuestro Programa de Visitas Guiadas atendió a 18 733 personas en 126 visitas al CCU. Trece mil fueron estudiantes de bachillerato de primer ingreso. También nos visitaron los niños sobresalientes del Programa ASES del Estado de Sinaloa; Adopta un amigo de la UNAM; Aly Houssam El-Din, embajador de Egipto; Músicos del Carnegie Hall; Coleccionistas y Curadores del Congreso de Internacional de Museos; Diplomáticos de Latinoamérica del Instituto Matías Romero; Escritores Eslovenos; Periodistas Chinos; Profesores de la Universidad Nacional de Ecuador y los Rectores de las Universidades de Australia, Honduras, Iberoamérica y del Banco Santander.

Estadísticamente cifras inéditas. Mi área es la mejor!
Gracias a todos los que participaron conmigo en este Programa, con su entusiasmo, entrega y conocimiento. Gracias chicas! Gracias Keila!

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Corazón de Rosa(s)

Para hacer cosas no hay más que poner manos a la obra”, así inicia el último capítulo de La Corte. De nueva cuenta, estoy releyendo su novela y me siento invadida por un deseo: escribir.

un sobre con esas líneas y el deseo de dialogar con la Escritora, con la Maestra porque básicamente es eso para mí, una Gran Maestra con quien recorrí páginas de la cuentística norteamericana. Aún recuerdo los vericuetos literarios por los pasillos de la Facultad. Hoy, tengo nuevas interrogantes y sus posibles respuestas, y quien mejor que ella para contestarlas o debatirlas.


en el interior de una cajita de madera dorada, se inscribe la metáfora de nuestra amistad: (mi) corazón de Rosa(s)

martes, 8 de diciembre de 2009

Las preguntas del día

¿Justicia o misericordia?
La Misericordia, por supuesto.

¿Cuál es su misión en la vida?
Creo que yo vine a la tierra para escribir un libro que todavía no he escrito. Mientras tanto, por supuesto, me divierto.

¿Qué sabe ahora que le hubiera gustado saber antes?
Que en la rueda de la fortuna de los días a veces nos toca ir arriba y otras abajo. Y que eso también pasará.

Cristina Rivera-Garza

lunes, 7 de diciembre de 2009

Proplugs

Reducen "el apretón de oído" causado por la incapacidad de igualar la presión entre el exterior y el oído medio.

mientras trascribía parte del ensayo de Rosa, un mail llamó mi atención; abrí una ventana para leerlo y como una fina broma apareció: "cuida tus oídos".
La novela ya no es el espacio de las grandes verdades con Dios (Tolstoi) o sin él (Mann) ni el lugar de lo real (Balzac) o de la ilusión de lo real (Flaubert); no es tampoco el lugar donde la irrealidad encarna en su forma más aterradora (Kafka) o el lugar donde esa conjetura que es lo real se afirma y niega simultáneamente (De Lillo). La novela es todo eso y es mucho más.

(...) Hoy la religiosidad, ese sustituto de aquello que da sentido a un mundo material y vacío de valores, se expresa a través de formas laicas y eclécticas. Con el mismo fervor supersticioso con que antes se creía en la salvación del alma hoy se cree en el poder de los cuarzos, en las flores de Bach, en las píldoras de pragmatismo incluidas en los manuales de autoayuda; al mismo tiempo que se es católico apostólico y romano: situación que hace apenas tres siglos hubiera terminado en la hoguera. La desadaptación, esa enfermedad que tiende a ser curada a través de la globalización de los deseos, se combate mediante una suerte de ortopedia de las emociones: hoy estamos obligados a ser felicies, y la única forma de expresión social aceptable de las emociones es la euforia.

El decreto de la felicidad y libertad como otras tantas formas del consumo ha llevado al ser humano alienado del mundo externo a convertirse en un extranjero de sí mismo. Los remedios (y la manera de administrarlos) de la era New Age no son sino síntomas de la propia enfermedad creada. ¿Por qué si la modernidad y las democracias han producido individuos más libres ésos necesitan de cada vez más métodos curativos?

Hoy, escritores como Amin Malouf se preguntan si la propia idea de "totalidad", de "identidad" y, por tanto, de "individuo" no fueron una más de las ficciones de la era modera. Encuentro esas mismas preguntas en obras de autoras como Carson Mc Cullers, Jean Rhys, Patricia Highsmith, Alice Munro o Margaret Atwood, y no me extraña que una problemática que tiene como centro la identidad sea tan recurrente en quienes han sido definidas como el "segundo sexo".

Es paradójico que una época tan narrativa, donde se consumen a todo hora, a través de los medios, tantas historias, la supervivencia de la novela sea puesta en tela de juicio. (...). No obstante, es innegable que los totalitarismos han sido el enemigo más encarnizado del arte, y el de mi generación es el mercado. Desde su sinuosa palestra dicta sus normas, rige la elección de temas y lenguajes, uniforma (o prentende hacerlo) modos de sentir. Hoy un editor espera que una novela "trasmita" del mismo modo a todo tipo de lectores. Eso es la globalización. Y la vigencia de un autor está sujeta al número de ventas y a su inserción en un canon que construye expectativas a priori. Es ahí donde veo el riesgo, el verdadero enemigo de la novela como arte y como descubrimiento.

En una época que descree de toda verdad filosófica e histórica, y que apuesta a la ciencia no como herramienta de conocimiento sino como un instrumento útil a la milicia y el poder, veo la novela como una de las únicas verdades que no han podido ser minadas. Como el reducto de la imaginación y el placer. En mi caso, no es conocimiento de lo real lo que nutre mis novelas, sino al revés. Mis únicas certezas sobre lo real parten siempre de una novela.

La máquina fabuladora
Rosa Beltrán
Have a realistic expectations
With increased workloads and cutbacks, many people are feeling they can't do their best work. Keep your work in perpective. Look at the big picture and establish reasonable objetictives. Prioritize and make lists. Do what you can each day, and recognize each accomplishment. Look at what you can achieve, not at what you can't.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Una vez más: ¡todos felices!
(Alex, Mónica, Elisa, Ana, Toca, Juan Miguel, Mara, Pilar
y nuestros queridos profes: Treviño y Lugo
claro, yo también)
segundo semestre ha finito!

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Preludio y Muerte de Amor Tristán e Isolda/Wagner
A dream. Forest. Arms. Sus brazos que envuelven este presente.

El primero.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Papá estoy segura que este texto te hubiera gustado escucharlo hoy, como la poesía de Irma Pineda. Lo leeré esta noche para ti. Y recordaré tu rostro y tus ojos y tu voz. Tu dureza. Gracias a ti sé leer. Tú me enseñaste el abecedario a golpes. La vida está hecha de eso lo recuerdo.

http://www.bibliojuridica.org/libros/6/2727/11.pdf


tu hija está hecha de aire y melancolía.
Susana lii bia 'ne bi.

viernes, 27 de noviembre de 2009

The first time I cried for my lover, I cried for a vision that vanished exactly at the precise moment I saw it. I cried for a terrible realization seen in a fraction of a second window. I cried all afternoon, all evening, all night, next morning long until my eyes went puffy and swollen. I cried.

(...)

In St. Paul Chrysostom Church, I start to tear off this rosary of puns that my lover writes, my lover, flesh of my flesh, the autumn’ leafs flying around him, blood of my blood, tickling his cheeks, and long beard, my lover, entwining themselves with kisses and hugs and the desire that this never ends.

I’m just an immigrant articulating the words of love in a second language. No. I lie. In reality, these are the words of my lover. They are the product of those nights without sleep, of his frightened and peaceful love, of his purple ink.

Again in St. Paul Chrysostom Church, I pray: Protect him Virgin of the Remedies, Our Lady of Guadalupe, bless this memory, and grant me this love, Sacred Heart of mine: Summoning, demands, apparitions, miracles. My Lover. Only miracles, sudden like lightening in a rainless and windless evening, gentle like a raspberry’ field, dazzling like sun flowers that swing naked at the wind’s compass, ample like the immaculate ocean where my lover and I travel together, all alone, in dreams.

Alignment possesses beauty. Is the same beauty that forms up the ethereal air: everything here, revealed at the moment, without dark depths or ancestral hells. Everything here is what my lover writes about.

Sigo leyendo su historia y no puedo evitar mis propias lágrimas. Dice que este cuento lo inspiró La alientanción también tiene su belleza. Su Historia Real y Verdadera a través de un recuadro: Ella aparece en el aeropuerto de la facultad de filosofía y letras, sus arribos. Los viajes. El Espacio Escultórico. Dice que no podría vivir aquí. México. No es el país ni la cultura. Aquí. En Toronto la comunidad gay es respetada. No sé cómo podría manejarlo con la gente que tú conoces y me conoce. Ni juntas ni por separado. Sólo importa su hijo pienso. Pero, también recuerdo su concepto de libertad. Y recuerdo al escritor, al esposo enamorado de una Lolita, su alumna del Marymount. La niña bien de Cuerna. La católica. Su divorcio. El Italiano. La cancelación de su segunda boda. Elnacimiento de Leo. Ella dice que me piensa todos los días. Que está escribiendo la historia de los Siglos de Oro. Que quisiera vivir conmigo porque yo si la entiendo. Cada vez que pelea Michael, dice que es absurdo discutir así. Él no me conoce. No sabe con quién se casó. Vivir con él. Qué fastidio. Tú deberías vivir conmigo. Tú si me conoces. Y entonces recuerdo la lista interminable de sus amoríos. Antes y después. Del viaje. Su libertad sexual. Su tótem. Ese Dragón quemándome las entrañas con su lengua. Ella es Fuego. Incendia. Le digo que le temo (a ese fuego encendido que provoca a su paso). A las cenizas. A la Nada. Su amante es un poeta-pintor. El Mago. Ella quiere que lo conozca. (Y yo que desaparezca). Tiene un barco. Ella llora por él y yo por ella. Ella no regresará. Y yo la espero. La espero.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Hoy recibí un "Cuaderno de notas" finamente empastado en negro y en la portada una imagen sugerente: una imprenta. Además de una serie de libros recién editados: antologías de cuentos eslovenos, canadienses, mexicanos. Me hace tan feliz mirar estos nuevos títulos. Así que de inmediato empecé a hojear su contenido, sus portadas, sus índices. Aquí algunas notas de las notas:

Amo las limitaciones porque son la causa de la inspiración. (Susan Sontag)
Leer es el único acto soberano que nos queda. (Antonio Muñoz Molina)
Allí donde se queman los libros, se acaba por quemar a los hombres. (Heinrich Heine)
Tenga cuidado con la lectura de libros sobre la salud. Podría morir a causa de un error de imprenta. (Mark Twain)
La literatura no es más que un sueño dirigido. (Jorge Luis Borges)
El pensamiento vuela y las palabras van a pie. He aquí el drama de un escritor. (Julien Green)
No es que el poeta busque la soledad, es que la encuentra. (Rosario Castellanos).

Estos tres últimos son la Neta Absoluta: la Literatura no es más que un sueño dirigido. Yo siempre sueño con ella, entonces Ella Es Literatura. Rosa.
El pensamiento vuela y las palabras van a pie. He aquí el drama de un escritor.
Y yo con vértigo todo el tiempo. El piso se mueve, gira y gira y gira.
No es que el poeta busque la soledad, es que la encuentra. Así es y en estos días fríos más. Aquí está mi Yo apunto de escribir. El pensamiento vuela y yo trato de alcanzar mi Nube.

La primera nota en este cuaderno es la promesa (es esta la palabra que surgió "promesa"). La palabra dada dicen.

Alguien me interrumpe y le digo que tengo libros nuevos. Alguien se acerca y le digo que estoy hojeando este cuaderno. Alguien me dice: Rosa te ha de querer mucho. Y sonrío. Yo también la quiero. Y pienso entonces en otra nota:

Hay metáforas que son más reales que la gente que anda por la calle. (Fernando Pessoa).

Sí, hay metáforas que son más reales que todos los libros juntos.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Escepticismo ético

Consiste en la creencia de que no existen métodos racionales para determinar la validez de juicios valorativos o morales, y en consecuencia se ven obligados a concluir que no hay, en última instancia mejores argumentos para defender la concepción que propicia libertad necesaria para el ejercicio de la razón que para defender concepciones adversas a ese ejercicio.

Carlos Santiago Nino

lunes, 2 de noviembre de 2009

Hace días que un ligero mareo me hace recordar el principio de mi vértigo. La cita primera. Instalarse en el corazón de la Universidad. Cruzar su campus. Mirar de reojo sus murales. Caminar a paso lento por las islas. Todo pasó con ese sobresalto placentero en el pecho. La respiración agitada. Pero, ella no debía notarlo. Y justo, cuando pasábamos frente al Jus Semper Loquitur, comencé a sentirme ligera: el empedrado volcánico a mis pies empezó a deslizarse con suavidad, hasta que sentí una gran sacudida giratoria. Ese momento fue angustioso. Al principio pensé que se trataba de un terremoto. Mis ojos se clavaron en la gente. Sus movimientos. Sus rostros. Pero, nada. No había ninguna señal que indicara que algo en el exterior estuviera fuera de lo normal. Entonces esta súbita oleada de sangre en mi cabeza. Este trastorno. Mi vértigo tenía un rostro propio: la hoster de la Azul y Oro. La joven a quien solía contemplar desde mi oficina. Era como tener un pájarito en una enorme cristalera. Su silueta perfecta de una lado a otro. A punto de volar. Ella siempre supo que yo la observaba. También conocía mis horarios. Un día le dibujé un corazón en la ventana y le arrojé un poema: la hoja. A la mañana siguiente, me armé de valor, le propuse salir. Entonces me preguntó si tenía auto. Antes de que le diera mi respuesta, dijo que la esperara, que ese mismo día iríamos a dónde yo quisiera. Era esa sensación de felicidad desbordada, lo recordé. Acerqué mi cuerpo al de ella y la tomé del brazo. Ella también estaba nerviosa; nos detuvimos para comprar cigarros. Seguimos por Copilco y nos quedamos solas en un jardín público. Lo demás fue parte del torbellino amoroso. Ahora, cada vez que siento este mareo, me relaja pensar que alguna vez estuve enamorada. Tan enamorada.

sábado, 24 de octubre de 2009

Me despertó mi llanto. Un llanto conocido e incontralable como cuando niña --ni papá podía sacarme de ese estado de dolor. Fue un sueño extraño. Violento. Max moribundo. Su cabeza era devorada ferozamente por un rottweiler. Sin misericordia. Sin piedad. Cuando desperté mis ojos estaban llenos de lágrimas. El llanto no cesa. Estoy triste.

El tiempo se prolonga en una secuencia lastisa: el hocico prensado. La sangre a borbotones. Las heridas abiertas. La tortura.

Esta secuencia aparece de la nada. Veo al pequeño Max deambular cuando es embestido a traición por el rottweiler. Todo sucede con tal rapidez que no hay manera de detener la agresión. Rosa está a unos cuantos pasos míos. Me observa en silencio con infinita ternura. Esa mirada que se les ofrece a los desahuciados. Y mis lágrimas aumentan como la sangre que empieza a correr por el cuerpo de animal abatido. Entonces busco consuelo en su abrazo. En su mirada. En el silencio.

Mi llanto me despertó. Otra vez tarde. Bañarse. Salir sin desayunar. A prisa otra vez. El día está nublado. La contaminación. Estoy triste.

Le hablé a mi madre para preguntar por Max. No me sorprendió su respuesta: está muy lastimado. Sus heridas están abiertas. El veterinario dice (...) ayer pasó muy mala noche.

Vive en mí. Rosa vive en mí. Lo sé. Aún siento su abrazo. Su amor. La certeza. Esta puta melancolía.

jueves, 22 de octubre de 2009

A yamae juntul tzayam ko'il pek'ch'apachtán tumén maakoob
Najil nail ku páatal yéetel u uxtakchéil jol naj
Tu láakal maak yójel dz ok u xhíken a yama

Tu amor es un perro rabioso perseguido por la gente.
De casa en casa es esperado con la tranca en la puerta.
Toda la gente sabe que tu amor me ha mordido.

Briceida Cueva Cob
Mis amigos poetas en el auditorio del Instituto de Investigaciones Antropológicas. A un año de distancia, sigo fascinada con sus poemas alrededor del maíz.

miércoles, 21 de octubre de 2009

"(...) si Hemingway no tenía sus cinco lápices con punta no podía escribir una línea; cómo uno se abre a esos pequeños permisos, se abren esas puertas para que surja idealmente el torrente; el momento de perder el control, porque la literatura es control. Uno sabe que está haciendo literatura cuando pierde el control, hasta entonces sabe que alguien o algo más está hablando por uno.(...)"

Rosa Beltrán
Rituales para escribir
Otoño Cultural Iberoamericano, Huelva, España 2009

viernes, 16 de octubre de 2009

Este corazón mío
(merezco una explicación)
Esta cabeza mía se mueve de un lado a otro. Será posible (de todos mis amores imaginarios, de las mujeres reales y crueles en mi vida). ¿Otra vez estoy enamorada?
¿Y ahora? Dime: ¿A quién se le ocurre enamorarse de una niña fresa?
Chale! sólo a ti, corazón!
Otra vez eres la adolescente torpe y celosa
Otra vez eres la adolescente obsesiva que mira cada detalle
Otra vez eres la adolescente que la reflejará
(porque lo sabes, lo sabes bien: amas de ella, lo que odias en otras)
Otra vez eres la adolescente voyerista enamorada de una bailarina
Otra vez juegas en el carrusel absurdo de la persecusión.
¿Y ahora?
Narciso ríe.

martes, 13 de octubre de 2009

Piscis

Sigue agradecido con Dios, la vida y las oportunidades que están detrás de la puerta, y que cuando estén maduras tocarán para hacerse presentes en tu vida. La vida te invita a que desde adentro hagas tus proyecciones de lo bueno que pretendes y, si hay coherencia dentro de ti, las verás manifestadas físicamente. Continúa la energía de Plutón apoyándote en planeaciones, administraciones y para poner en orden los asuntos del pasado.

lunes, 12 de octubre de 2009

Suspicious Mind

Escribir y amar son procesos similares: uno va hacia ellos como hacia el abismo. Uno va a ellos por el abismo. Uno regresa. Abismado. crg

Sucede aquí y ahora --ni siquiera puedo sostener mi mirada: ella dice mi nombre. Sucede que sí, afirmo, cuando estoy con ella soy alguien que yo misma desconocía. Soy Otra.

martes, 29 de septiembre de 2009

La pared
Una pared escurre historias,
contempla fija, inmóvil,
el paso lento de los días.
El tiempo no es generoso,
marca en la piel y lastima sus entrañas.
La pared permanece,
reviste de colores, cuadros, libros,
las plantas la alegran,
pero ya no puede ser la misma.
Va guardando
el eco de llantos contenidos
y risas que desbordan,
el gemir de los amantes,
y el latido de sus corazones.
Hay historias que no se olvidan,
historias que el tiempo no puede llevarse,
están escritas en la pared,
en su corazón. Es inútil pintar,
mil colores no borran su memoria.
Ella bien lo sabe:
no es que con el tiempo duela menos,
es que uno se acostumbra a vivir con el dolor.

Cue' yoo
Lú ti cue yoo nanda diidxa',
ti cue' yoo qui riniibi, ruyadxisi
zidi'di dxí.
Cadi nacha'hui di iza ridi'di,
runiná ladi ne ndaani cue' yoo.
Laa suguaa dxi si,
ridie' ladi, rácu gui'chi' ne lari guie',
yagahuiini' rusiéche laa,
nécati, ma cadi nguécasi laa.
Cusigápa
guenda ruuna' bicuezadxi tuuxa,
guenda ruxidxi bireeyaande,
xtidxi ca ni ranaxhii
ne saa ladxidó'ca'.
Nuu ni rizaaca qui riaanda,
nuu diidxa' qui riné di dxí laa,
cáani cue' yoo,
Ladxidó'be. Gasti naca gutieú' lú,
nitiicasi gutieú' qui suxiá xquenda redasilú' be.
Nannadxiichibe ni:
ca iza ca qui rusiandaca' guendananá
xhísi binni riaa guibaniné laa.

Irma Pineda

viernes, 11 de septiembre de 2009

Eros y Tanatos
Tengo pocos minutos para escribir, sin embargo, quisiera contener este tiempo. El que pasa aquí adentro. Sin prisa. Afuera llueve. En estos días, la lluvia ha sido la constante. Vertical. La miro desde mi ventana. Eros y Tanatos fue el tema de conversación mientras comíamos. Estela me interrogó con suspicacia: Has vivido la fuerza cósmica. La vida y la muerte. Sí, la unión – la separación pensé. Eso. Es lo que ha transcurrido frente a mí. Eros, esa primera pulsión te la debo a ti. Esa fuerza cósmica. Nuestra. Tan sólo mía. El tiempo. La otra, apenas antier estuve frente a un cuerpo ya sin vida. La muerte frente a mí. Y el ritual. La ceremonia eclesiástica. La resignación. Afuera llueve, llueve, llueve. La vida sigue.

El velorio fue la colonia Roma: Puebla y Valladolid. Mis jóvenes compañeros haciendo una guardia solemne en silencio. Tristeza. El tiempo otra vez. La prisa. La oscuridad. Cuando salí, la lluvia ahí esperando, esperando, esperando.

Insurgentes cruza la Ciudad. La parte en dos. La vida sigue.
Aquí: en la Ciudad Más Grande del Mundo está lloviendo.
Aquí adentro también.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Las horas
A pesar de todo. A pesar de que hayan transcurrido cinco años de separación entre lo que fuimos y ya no somos. A pesar de que estés a cientos de kilómetros de distancia. A pesar de que en un mail me anunciaras tu nueva condición civil: "por cierto, me casé". A pesar de que ya no seas más LMJ y ahora, simplemente la señora A. Sin duda, una mujer diferente a quien no conozco. A pesar de que me compartas las fotografías digitales de tu último verano en las montañas. Vistas magníficas de una zona rocosa. Un lago. Seguro no faltó la fogata nocturna al lado de tu marido enamorado y tu hijo. A pesar de todo, sí, a pesar de que la lluvia de estos días me devuelva tu rostro en cada mujer que cruza mi camino. A pesar de detener los pasos y mirar de frente, ninguna de ellas es LMJ. Ninguna tiene esa mirada triunfante. Azul. A pesar de todo, sí, agosto nace contigo y no a la inversa. Agosto también termina con la luz cegadora de tu cuerpo desnudo. Perfecto. A pesar de todo, sí, desearía regresar el tiempo, las horas. Las horas en que no escuché tu voz, dejé acariciarme por tu lectura tortuosa Small Female Skull hasta que la cinta se estropeó. Las horas en que reconstruí tu pasado leí Tan oscura. Las horas que dialogaba contigo escribía extensos epistolarios. Conversábamos. Mi insomnio desaparecía. Las horas nos sorprendían al amanecer. Era un ritual llevar esas cartas al centro de esta ciudad. Al llamado Palacio Postal. Las horas en que desapareciste. Formulé hipótesis, fórmulas aleatorias como si uno pudiera controlar la vida del otro. Ni el metereólogo más versado, podría establecer el pronóstico exacto del tiempo. Las horas otra vez. Un cuento de niños o mejor dicho, de niñas. "mañana jugamos otra vez". Y ese mañana nunca llegó. Y entonces amsterdam62 fue el depositario de mis visiones nocturnas. De mis enojos. De mis miedos. De la soledad. Del vacío. Alguna vez me preguntaste por qué tanto azote. Seguro porque a pesar de todo, yo si me creí el juego, perdí.
Por fin!
Por fin!
Por fin!

domingo, 9 de agosto de 2009

Estela y yo hemos pasados horas enteras divagando sobre la idea de "amor" y de su estado volátil: "estar enamorada". Cada vez que la escucho llorar por el mismo sujeto de su querencia desde hace tres o casi cuatro años, me digo y le digo: ¡qué güeva! Sin embargo, es mi amiga y la quiero. Yo también estuve enamorada de ella los mismos años. Y a diferencia de ella o él, mi estado volátil me hacía llevarle flores, unicornios y todas las cursilerías posibles. Alguna vez le escribí un poema. Le regalé mi libro favorito El ángel del poema de Vicente Quirarte y El dolorido sentir de Rubén Bonifaz Nuño. No sé cuántas veces lloré frente a ella y, otras tantas con Lizy en mi naufragio amoroso: Estela jamás me correspondería de la misma manera. Soy un ser transparente. Muchas veces fui objeto de mofa entre sus compañeros de oficina. A veces sentía esa incomodidad de quien se siente desposeído de algo que jamás tendrá. Mi estado volátil concluyó. No sé cuándo ni cómo dejé de sentir ese nervisiosmo que me caracteriza cuando alguien me importa. Lo único que sé es ambas tenemos una amistad sólida. Y a veces, sí, las más de la veces actuamos como si fuéramos una pareja amorosa reclamando su tiempo y su espacio. Todos estos años suman una sola palabra "intimidad". Eso que es tan difícil de lograr en el otro. Ese espacio de diálogo constante con uno mismo y con el otro en voz alta. El viernes pasado me conmovieron sus palabras, luego de una larga conversación donde yo le exponía mis males físicos; ella entonces me pidió que extendiera mis manos y las tomó y me miró a los ojos y dijo que me quería. Es la primera vez que sus palabras me conmueven hasta las lágrimas y no su mal genio. Creo que hay un balance. Sé que yo la he acompañado en los peores momentos y situaciones, como ir a dar el pésame por ejemplo o en sus crisis emocionales. Es la primera vez que me siento acompañada y eso me hace muy feliz. ¡Saldremos adelante!
El hombre de la sonrisa ladeada

-¿A quién observas?- me interroga sorprendida y se acerca al ventanal. Ella observa conmigo por segundos. Un grupo de hombres se despiden a lo lejos. Dos se marchan a pie mientras uno permanece estático y sonriente.
-Aquél. Lo he visto antes, el del bigote ralo, pero no recuerdo su nombre.
-¿Su nombre o su sonrisa?
-Su sonrisa.

Era un día extraño, tan atípico como aquel hombre en el estacionamiento semivacío. El olor a tierra húmeda era penetrante y la luz áurea sobre los charcos de agua se refractaba en la superficie oblicua y cristalina del Instituto. Anocheció lloviendo. La mañana fría y todavía nublada empezaba a despejarse. Crucé despacio y sin prisa por el empedrado y los jardínes hasta llegar a la avenida. El vértigo me atrapó al tratar de esquivar los charcos. La luz se dimensionó. Inmóvil. El cielo estaba sobre mis pies. No había nubes sólo un color. El olvido.

El hombre del estacionamiento semivacío.

Ella era su mujer. La mujer joven y atractiva que suele recibirme cada mes en su oficina. La mujer que se inventó una historia. Una vida sin él. Llevamos una vida juntos me decía cada vez que se acercaba para acariciar mis cabellos lacios. El hombre del estacionamiento semivacío portaba un traje negro, camisa blanca sin corbata. Sus gestos afables lo hacían parecer un hombre feliz. Su sonrisa es una constante. Llevamos una vida juntos concluía.

La mujer del hombre del estacionamiento semivacío.

Ella era su mujer. Lo intuí desde el principio. La verdad y la mentira formaban parte de un delicioso juego seductor. Lo más increíble resultaba cierto. Esa era su apuesta. Su triunfo.
Su triunfo: ver mi cuerpo fragmentado acercarse poco a poco hasta conseguir su unidad. La ilusión. Mi paso por los cristalinos muros del corredor hasta llegar a su oficina. El encuentro. Su puerta invariablemente entreabierta y su silla giratoria en movimiento. Ella entonces me sorprendía con la urgencia de un abrazo. Con la historia que repetía conformen avanzaban las caricias. Llevamos una vida juntos decía. Me gusta tu cabello lacío, él ya no tiene. Nunca le pregunté por el nombre ni su edad. Él tiene una mueca graciosa cuando sonríe. Ladeada. De hombre enamorado.

Lo observamos a través del vental. Su edad sumaba los años míos y los de ella. Sí, llevamos una vida juntos. Toda una vida. Los tres.

domingo, 26 de julio de 2009

Ah! querido Santiago, mira que si nos leemos! Me sentí sorprendida de estar conversando con mi madre acerca de ti. En alguna ocasión te compré una plantita, la pensé en tu depto. pero por alguna razón la dejé en casa de mamá. Y la plantita ha dado ya sus flores. Cada vez que mi madre y yo caminamos juntas por el corredor de la casa, repasamos los árboles: chabacano, durazno, capulín. Luego miramos las flores: geranios, alcatraces, rosas. Mamá sembró tu planta y está floreciendo. Mi madre la muestra con gran orgullo, dice que es mía. Le dije que esa plantita te pertenece. Creo que se sorprendió mucho porque raras veces, le habló de algún amigo, es decir, de algún hombre. Ah querido Alex Santiago estás en mi casa, es decir, en mi corazón.
22 de julio, 2009
Querida Susan, recibí tu mensaje de hace unos días, me reconfortó saber que me pensabas e indudablemente te comencé a imaginar tumbada sobre una milpa enorme y leyendo sobre el campo mexicano. Referencia que más bien me produce nostálgicas heridas, no así la imagen tuya que recompongo infantil y buscando encontrarse. Además de un verde atlacomulco, te recuerdo en la experiencia huasteca, en los momentos al lado de la accidentada geografía potosina: el baile de mujeres coloridas en su vestimenta se instala en una antípoda que me define, ¿recuerdas Susan aquella tarde en Aquismon?
Además, te cuento que preparo mi examen tofel; ayer hice uno similar en la uam y logré 375 puntos, sobre 500 que pide la lógica institucional, así que voy a la caza de 125 puntos, que por cierto, el profe dijo que no lograría hacerlo en tan corto tiempo. Eso me angustia, dejar pasar esta oportunidad de lograr ese viejo sueño incubado en las horas más amargas y míseras de mi juventud: ser doctor, y ser alguien por efecto de semejante título. Si bien el apoyo del doctor Ordóñez y tuyo son un aliciente, seguro que una parte de presión agrega; pues sería terrible no saltar el borde de un examen rancio y no entrar al doctorado.
En fin, digo que me angustia y aterroriza el papeleo y sin fin de trámites que debo hacer avanzar, pero la vida ha mostrado ser más compleja que cualquier hoja de requisitos, y en todo caso, yo me veo ser un pajarete más buscando y recibiendo el refugio de una gran pechuga colocada en el ranking 78 del conteo mundial para universidades con alas impermeables.
La vida en la ciudad sigue siendo repetitiva en amores, en trayectos. Susan, había escrito un texto más largo para ti hace un momento y el jodido correo lo borró (el muy hijo de puta), así que excepto esto que te escribo en este segundo esfuerzo, es sólo para decirte que te quiero amiga, y que a pesar de no haber seguido tu recomendación cinéfila, pronto me gustaría mirarte de nuevo, como ahora hago, a lo largo de todo este tiempo de escritura: agazapada en los bordes de una milpa que arrulla y protege tu lectura. Veo una feliz sonrisa en tu rostro y este sentimiento que me une a ti querida Susana: nuestra amistad.
Ahora me despido pues debo colocarme en una lógica anglosajona para ordenar el mundo, para sacarlo en frases… so, i love you (¿Crees que este inglés kindergarden podrá soportar mi candidatura doctoral?).
Alex Santiago

domingo, 5 de julio de 2009

Soñé con la Mujer Madura hace un par semanas. Ella me tomaba de la mano justo como la escena del Acto I, escena 4: Primera noche en el hotel. Ella me lleva de su mano justo como hoy, luego de la comida me quedé somnolienta hasta que un sueño me venció: estaba en el interior de un enorme teatro antiguo buscando mi butaca; la encuentro en las primeras filas frente al escenario; se apagan las luces y a punto de dar inicio la obra, la llamada de mi teléfono celular me despierta. Tomé el teléfono y miré su nombre. Por alguna extraña razón no conteste y en pocos segundos me envió un mensaje: tengo un boleto para hoy a las 5, ya se que es un poco tarde pero me avisa si quiere venir hoy al estreno. Un beso.

La Mujer Madura es también la Dama de las Perlas Blancas.

Le llamé. Acepté la invitación. En menos de una hora estaba en el teatro como en el sueño buscando la fila f asiento 14. Gustav Von Aschenbach apareció en el escenario: Munich. Y yo deseaba apurar el viaje, su viaje. El mío. Estar ya en Venecia. Mirarla. Seguir ese paso luminoso y asirme a su mano. A la belleza. Al deseo de cruzar la ciudad de los canales donde esta pasión confunde mis sentidos.
Muerte en Venecia
ópera en dos actos
Música de Benjamin Britten (1913-1976)
Libreto de Myfanwy Piper
basado en el relato Der Tod in Venedig te Thomas Mann
estreno mundial: 16 de junio de 1973 en Snape Maltings, Aldeburgh, Reino Unido
Estreno en México

jueves, 2 de julio de 2009

Estela frente a su ordenador. Algo la distrae. Sí, mi mirada a lo lejos, la alcanza; entonces ella me observa a través de su ventana. Me hace señas que no entiendo. Mi mano se extiende en el aire.
*
Déjame te digo. Fui al centro. Y llovía como no tienes idea, o quizá sí, como ha estado lloviendo las últimas noches en la ciudad. Bueno, pues te cuento que he tenido un par de días difíciles. Me he vuelto a sentir con esta rara sensación en el pecho. Este cansancio que no lo justifica ni mi trabajo ni mi período mestrual. Es una sensación extraña. Y eso me hace pensar que debo ir al médico otra vez. He empezado a descartar mis males pasados. Mi ansiedad. Estoy triste. ¿Mis males han dejado de ser o son ya crónicos? Anoche soñé con una vecina del edificio donde viví te acuerdas, en Nuevo León frente al Parque España. Mi vecina, la mujer del sueño, ya era una una mujer de edad cuando llegó. Fueron muchos años de saludarnos, de acompañarnos. Solía tratarme como lo hacen los viejos, con ese aire de sabiduría que sólo te dan los años. Ciertamente yo tampoco era una niña. Pero, ella insistía en tratarme así; yo siempre la traté con mucho respeto. A veces me pedía que la acompañara a la iglesia. Mi hermana me comentó que hace un par de meses falleció en aquel edificio. La soñé viviendo a mí, queriendo que la acompañara a no sé dónde. Eso me asusta. Sé que no todos mis sueños se hacen realidad. Pero, tomando en cuenta el sueño del gato y el pájaro de antier, ese otro que te conté; pues, claro que me espanta. En el sueño, le digo NO, aquí estoy bien!, pero, ella insiste en que la acompañe. Ayer ni siquiera le hice caso a mi mamá, por el contrario creo que fui grosera, le dije que tenía prisa y le colgué. He estado de muy mal humor, Estela. Hoy cuando te vi sentí ganas de quedarme pero tenía que ir a Jurídicas, al banco y al centro.
*
Al principio el taxista se negó a tomar el rumbo, dijo que había una manifestación, que el tránsito estaba pesado, ya sabes, lo de siempre. El centro de la ciudad es caótico. Entonces le pedí que me devolviera al sitio donde lo abordé. Luego, empecé a caminar por Insurgentes, subí y bajé del Metrobus para luego ir al subterráneo. No tenía hambre. Ese sueño me obsesiona. Lo único que me llamó mi atención fue el enorme charco negro sobre los pasillos del metro. Entonces los ruidos, las voces, la gente aparecieron de un sólo golpe. Una fuerte lluvia estaba cayendo sobre la ciudad. Y la gente estaba resguardándose en las entradas. Inmóvil por segundos, me sentí atrapada en medio de tantos cuerpos húmedos. Necesitaba aire. Y salí. Ah, esa maravillosa lluvia! El Palacio Nacional, los carros de soldados en movimiento, los estruendos. El cielo iluminado.
*
Aire
*
No sé cuánto tiempo estuve revisando libros. Sí acertaste, la mujer joven, de cabellos rizados.

"Por que la belleza, Fedón, nótalo bien, sólo la belleza, es al mismo tiempo divina y perceptible. Por eso el camino de lo sensible, el camino que lleva al artista hacia el espíritu. (...) los poetas caemos en el abismo, sólo podemos extraviarnos".
*
Ella sólo tiene 21 años. He visto el sol.
*
Una tarde, Aschenbach se había hundido en el laberitno de callejuelas de la ciudad enferma. Su estado febril le hacía caminar desorientado. Las callejas, los canales, fuentes y plazuelas del laberinto le parecían demasiado unas o otras.
*
La Mujer Madura mañana será la madre de Tadzio. Tengo un par de boletos para la ópera.
Desearía invitar a Estela a quien nada la distrae. La observo frente a su ordenador mientras insisto en hacerle señas.

domingo, 28 de junio de 2009

los rumbos nuevos: llegué a casa de manera automática. Dolor de cabeza. Y el deseo de abrazar a mamá y dormir. Eso era todo lo quería ayer. Me gustó transitar el camino. Sentirme ligera. Abrazar a mamá. Y decirle que tenía sueño. Que la noche anterior tuve pesadillas. Que quería dormir mucho. Mamá entonces me miró y dejó que fuera a su habitación. Me tumbé en su cama. De inmediato, me cubrió con una frazada. Apagó la luz y cerró la puerta.
*
dormí un par de horas.
*
mamá apareció con un té caliente y se quedó conmigo.
*
le conté mi pesadilla: "Hay una bruja que me atormenta. Hay unos hombres malos que la persiguen. Todo es confusión. Ella me persigue a mí, ellos a ella y cuando ella está apunto de atraparme. Ellos la detienen. La golpean frente a mí. Enmudezco durante la escena, pero también la disfruto. Cuando ellos se marchan, me acercó para observar cómo se desangra. Su teléfono celular llama. Lo ignoro. No hago nada por salvarla al contrario deseo su muerte. Y eso me asusta". Sé quien es esa bruja le digo a mamá.
*
mamá sonríe: ¡ya no te perseguirá!
los rumbos nuevos: el trazo urbano lo modificó. El metrobus ha hecho que el puente peatonal que dirigía a los transeúntes al ccu, esté abandonado. Lo he mirado de reojo y la nostalgia me guiñe en un segundo, en un abrir y cerrar los ojos, el tránsito de sus pasos. Ese puente que ella cruzaba antes y después. El encuentro. Su tránsito. El vértigo. La espera. El vacío.
los rumbos nuevos: mañana iniciaré un curso para jóvenes universitarios que desean ser guías del ccu. Estudiantes de arquitectura, historia, pedagogía, literatura dramática, economía, derecho, ingeniería geofísica, bibliotecología, psicología, ciencias de la comunicación y educación musical. Me entusiasma estar frente a este grupo tan diverso. Estoy segura que yo aprenderé más de ellos. Son tan jóvenes. Entre 20 y 23 años. Esto es motivamente! Recibiremos a principios de agosto a 18 mil estudiantes de nuevo ingreso al bachillerato. Todo un reto para el CCU!

martes, 16 de junio de 2009


Ana, Mara, Aurorita, Pilar, Alejandro, Sandra --de pie--
Karen (alumna estrella), Cythia, Ana, yo (todavía dormida), Luis y Oriana
esperando el último examen del semestre)
Queridas amigas y amigos: Al fin libres !!!!!!!!!!!!!! El motivo del presente correo es para hacerles saber que ha sido un placer cursar con ustedes este semestre. Gracias por todo cuanto han compartido conmigo. Gracias por su calidez, por su confianza y por su amistad. A las que se van, les agradezco todos los consejos aportados, las palabras de aliento, el cariño, la confianza y por haber tranquilizado mis angustias escolares !!! A los que nos quedamos, nos vemos en agosto para seguir compartiendo este tramo de nuestra vida !! Un abrazo a todas y todos. Envío estos bonitos recuerdos. Con cariño: Blanca Aurora.

domingo, 24 de mayo de 2009

En un lapso relativamente corto, fugaz. Mi cuerpo se siente raro. No soy yo quien lo habita. Hay una corriente eléctrica que se descarga en cada terminación nerviosa. Y entonces soy un cable apunto de incendiarse. Pero, no sé dónde está la conexión. Hay un calor voraz. Cuando despierto, el cansancio me invade, la tristeza me acompaña. Mi cuerpo no es mío. No me pertenece. El llanto entonces inunda mi rostro. Mi rostro tampoco es mío. Sólo me queda esto. El lenguaje.
En estos días grises y húmedos. No hay consuelo. No hay paz.

Aún así puedo mirarla y conmoverme. Me conmueves le digo. Me habla de la locura de su padre. De los celos compulsivos. De las alucinaciones. De la persecusión. Del extravío.

Ella afirma su existencia desde la oscuridad lejana.

Me pregunta si he mirado su rostro. Si los lunares se han desdibujado. Me pregunta si el vestido que usa es el adecuado. Si ha subido de peso.

¿Locura? La de mi padre. Lo demás es apenas un esbozo. Permanece callada por segundos. Luego, vuelve a mí: ya, dime la verdad, tú crees que soy lesbiana.

Ella afirma su existencia desde la oscuridad lejana.

sábado, 23 de mayo de 2009

Es muy cómodo huir, salir corriendo y no enfrentar tu miedo, ¡Enfréntalo! ¿Qué sucede si sientes vértigo? Mira a un punto fijo o déjate caer. ¿Te has caído alguna vez?, sus ojos se clavan en mi mente. Y permanezco en silencio.

Salir huyendo. Caer. Todo da vueltas. Te falta el aire. Las horas nocturnas son un gran pozo por donde los sueños caen. La mañana es gris.

Su mirada desafiante me hiere. Me parte en dos. Una que soy. Otra. La que ella quiere que sea. Una y Otra se persiguen en un carrusel. La Otra que soy está atrapada en la angustia. Ambas se yuxtaponen sobre una superficie plana. Una da traspies, resbala. La Otra siempre cae.

lunes, 11 de mayo de 2009

La Mujer Vampiro me ha besado
¿volverá?

domingo, 10 de mayo de 2009

Un día como hoy/despierto y miro de reojo el cuerpo en reposo de mi madre/escucho su respirar pausado. Soy la mujer más feliz en ese instante.

Un día como hoy/celebramos una misa en memoria de mi padre/a ella y a mí nos convocó su nombre/así tan sorpresivamente/a mamá se le escapan un par de lágrimas/comulgamos juntas/mis hermanos nos observan/hay un gesto amoroso.

Papá está con nosotros.

Un día como hoy/comemos/ríemos/estamos contentos.

Un día como hoy/llegan mis tías/las mujeres de la casa/de una casa ancestral.

Un día como hoy termina/estoy de regreso/todavía siento la caricia de mi madre/sus manos amorosas sobre mi cabeza/como un aleteo de mariposas/el beso de sus labios/mi nombre.

jueves, 7 de mayo de 2009

El profe y mis compas de la Especialidad: Oriana, Aurora, Xiomara, Ana (ambas colombianas), mi adorada Karen y claro, yo (en cuclillas junto a Elizabeth, Mara y Claudia. De pie: Pilar y Cinthia.
Hoy regresan las aventuras y el amor. Vuelvo a clases!!!!!

domingo, 26 de abril de 2009

En la fiesta de la rosa del CCU, su voz me guió a su encuentro. Ahí en medio de la multitud miré su perfil, su gesto cansado que intentaba dialogar con su interlocutor. Alrededor máquinas y unas cuantas personas que observaban en silencio. Nadie debe hablar, era la indicación. Se graba.

Ella salió minuntos después de la cabina improvisada. El azar nos colocó frente a frente. Una persona interrumpió antes nuestro abrazo fraterno. Una sonrisa. Un encuentro breve. Cálido. Se fue. Yo igual. Nada en ese lugar tenía sentido para mí. Ningún libro. Ningún autor. Nada. Pero la encontré como el verso de un poema de San Juan de la Cruz. Fue una aparición. Fue la Rosa de la Fiesta.
*
Cuando me despedí, tardé algunos segundos en saberme ahí en medio de un gigantesco artecfacto arquitectónico. Aquello era como un laberinto tapizado de papel. Revistas. Libros. Rosas. Anaqueles. Más anaqueles. Yo sólo quería salir del artificio como Ícaro. Volar.

En el sueño ella aparece justamente igual al encuentro a las Afueras. El MUAC y sus enormes cristales transparentes dejan de serlo y toman un color vino. Estamos entonces en la cochera del edificio de mi infancia. A las Afueras.

Un encuentro en vilo. Ella sonríe como si esperara mi salida. Y yo la observo a los ojos con ternura. Le digo que tengo libros, que he leído. Y ella entonces me dice que debo de dejar de leer. Escribe tu libro. Ya estás lista. Y entonces una fina lluvia empieza a caer sobre nosotras. Toma mis manos y damos vueltas y vueltas. Una inmesa alegría nos invade a las dos. Veo caer la lluvia sobre su cabeza, su rostro feliz. Despierto. Rosa otra vez.

viernes, 24 de abril de 2009

Conversaciones de Ciudad
en la Ciudad de México
¡aquí y ahora!

Oye que hay que tener mucho cuidado con las gripas, aquí el viernes se murió el cuñado de una compañera y antier, el sobrino de un compañero, de gripa. Hace como 15 días, los señores que cuidaban la casa, el señor falleció de una gripa mal cuidada. Está fuertísimo lo de la Influenza, dicen que está dando de los 20 a los 50 años, y que hay una epidemia muy fuerte.

Los trabajadores de base pueden irse, los de confianza se quedan y los vigilantes también y tú cúbrete la boca!

Las recientes informaciones dicen que han muerto 2 residentes de un hospital público.

La UNAM cerró hoy por Influenza.

miércoles, 15 de abril de 2009

Y aquí, sobre un acre de terreno, yacen personas muertas y moribundas. Resulta imposible distinguirlas, salvo tal vez por un movimiento convulso o el último estremecimiento de un suspiro procedente de un esqueleto con vida, demasiado débil para moverse. Los vivos yacían con la cabeza apoyada en los cadáveres y a su alrededor deambulaba la horrorosa procesión de personas emaciadas, sin objetivo, sin nada que hacer ni la menor esperanza de sobrevivir, incapaces de apartarse del camino, incapaces de mirar hacia el horrror que las rodeaba... Allí han nacido bebés, seres diminutos y envejecidos que jamás podrían vivir. Una madre, enloquecida, le gritó a un centinela británico que le diera leche para su bebé. Le puso al diminuto ser en las manos y echó a correr llorando terriblemente. Él destapó el bulto y comprobó que el niño llevaba días muerto. Esta jornada en Belsen ha sido la más horrible de mi vida.

Richard Bimbleby
Emisión de la BBC desde Belsen, 13 de mayo de 1945

Crímenes contra la humanidad. La lucha por una justicia global
Geoffrey Robertson

lunes, 30 de marzo de 2009

Madruga de lunes
Me despierta el sollozo de mi madre en mi sueño. Despierto. Ella llora amargamente. Su llanto me conmueve. Inconsolable. Es la palabra que califica la escena. Despierto. La humedad en mi rostro se hunde en la alhomada. Vuelvo a soñar.

Quiero despertar del sueño pero mis ojos están cerrados. Quiero consolar a mi madre pero yo no soy parte de la escena. Ella llora por mi hermana. Mi hermana está ausente. Despierto.
*
Hay una persecusión en las calles. Alguien te está buscando me digo. Otra vez estoy en aquel edificio de cuatro pisos y puedo mirarlo todo desde arriba. Yo tengo el control me repito. Nadie me atrapará. Mi hermano me espera. Hay una misión. Como cuando jugábamos en el parque España hasta ya muy tarde. La noche era parte del juego. Un desafío. Escondidos detrás de los árboles. No había sombras.
*
Su rostro misericordioso apareció al final de mi sueño. Sus ojos compasivos se detienen en los míos. Y toma de mis manos una bolsa de algodón. Un hilo dorado envuelve el misterio. Ella deshace el nudo. Un par de aretes de oro. Los reconozco. Son de mi madre. Brillan. Es acaso una ofrenda. Una ofrenda a su amistad. Rosa.

jueves, 26 de marzo de 2009

Un día como hoy despierto e inició la rutina: cepillarme los dientes, bañarme, preparar un emparedado de jamón y queso manchego sin chile. Una manzana. Una pera. Salgo. Respiro. Al vestirme, siento un mareo muy ligero. Otra vez, mis mal/estares. Durante el trayecto hacia la oficina: leo un libro, el periódico o escucho música. Me gusta mirar a los pasajeros en el metrobús. Lo hago con discreción. También observo de reojo el movimiento en paralelo: los autos, el transeúnte matutito. Es alguien que siempre vive aprisa. La materialización del stress en una ciudad. La indiferencia o la agresión. Hoy no leí ni miré a nadie. Encendí mi discman. Un programa de tv 11: la soledad. De entre todas las definiciones y posturas de los invitados. Yo me inscribí en dos: uno nace y muere solo/a. La soledad es una aptitud, una manera de asumirla. Es siempre llevadera. Y entonces surgieron muchas preguntas. La soledad es una. Concreta. Estar solo/sola. La sensación de soledad es otra cosa más difícil de denifir. La desolación. Y entonces pensé, me miré a mi misma, en efecto: sola. En una soledad llevadera, sí, por supuesto, a veces disfrutable. Saber estar sola es un acto de inteligencia. Es saber resolver cualquier situación con un poco de gracia. No depender del otro. Aunque ese otro siempre este ahí: imaginariamente. Quizá por eso, algunas veces uno habla sola con ese o esa otro/a. Finalmente, con uno mismo. Cierto es que trabajar y vivir o vivir y trabajar en un sólo sitio durante tantos años, como es mi caso otorga reconocimiento. Pertenencia a una comunidad. Entonces uno sale de casa y por más que insista en el sentimiento de desolación, ahí viene el primer saludo, la primera sonrisa. La señora que barre la esquina; el voceador a quien compro el diario; la señora que vende tamales y que no sé por qué razón siempre está muy pendiente de mi. "hoy se le hizo tarde"; "hay atole de guayaba, del que a usted le gusta"; "le aparte un pan". "Lleveselos, luegos me los paga". Y así por el estilo. El plomero del barrio que me pregunta por la salud de mis padres. El polí del metrobús. En fin. Todo eso que nos hace sentir acompañados en una gran ciudad. Todo eso que le da sentido a la vida en sociedad.

lunes, 23 de marzo de 2009

Me despertó una sensación incómoda: ella otra vez en mi vida. La Mujer Ave regresó para instalarse en mi mundo onírico. Picotea mi cabeza. Marca mi cráneo. Delinea. Sangra.

La Mujer Ave
(sus alas/el viento tibio/)

el azul

la altura/la paz)

*
Te acuerdas cuando volamos juntas. Recuerdo ese día que salimos tomadas de la mano de mi depto. de la Sn Rafael. Me sentí tan libre y al mismo tiempo tan acompañada, tan unida a ti, como esos instantes que marcan la vida o esa noche en el Parque México. ¡Cuántos vuelos juntas! Cuánta celebración por compartinos la una con la otra. Creo que esos vuelos a dúo son muy escasos en mi vida. Vieras qué difícil es encontrar a alguien con quien volar. Por eso te extraño tanto.

Susie, excepto por la libertad, uno no puede perder lo que no ha tenido. Y tú siempre has tenido mi amistad, mi admiración, mi cariño, mi amor, mis alas de Ícara. ¿Es esto suficiente para ti, para mí?, quizá sí, quizá no. Quizá ya estoy fastidiada de hacerme la misma pregunta cada rato, cada mes, cada año. Quizá la distancia nos esté alcanzando. Quizá el tiempo sí existe. Quizá nos falte altura o bajada. No sé. Quizá me siento muy sola en esta soledad. Quizá ya no nos conocemos. Quizá me he convertido en un personaje fantasmal y difuso. Quizá nos perdamos. Quizá nos encontremos. Quizá algún día volemos juntas de nuevo.

(entre tantos quizás, sepa ud. que la quiero).

3 de marzo, 2006
Nostalgia del vuelo
*Años Luz. Veintiséis cartas y un largo poema de amor.

*
Me despertó una sensación incómoda. Ella otra vez en mi vida. Lo sé. Regresó a mi mundo onírico para leer el diario de mi infancia. Se sentó en mi cama. Paciente. Leyó una a una las hojas en que transita mi cotidianidad. Frondas. Suaves. Ásperas. Ella sonríe maliciosa. Luego se acerca y besa mis labios. Su lengua quema mi garganta. Me ahoga su sabor amargo. La Mujer Ave regresó.
Mascar chicle e inflar globos son las recomendaciones de la otorrina. Mi madre me trata como una niña, me ha enviado chicles y globos de diferentes sabores y colores. Dice que todo mejorará si yo hago los ejercicios.

La otorrina me da las instrucciones antes de entrar a la cabina: colóquese los audífonos y repita los sonidos que escuche. Ella emite los sonidos desde un control, yo apenas los percibo. Me observa insistente a través del cristal, luego entonces empiezo a describirlos a detalle. Ella mueve la cabeza de un lado a otro. Y ahora me pide que repita una serie de letras y se cubre la boca con una hoja.

Le describo este examen audiológico a Sarah. Le temes al ridículo concluye. Y yo absurdamente me defiendo: cómo voy a emitir un sonido que apenas escucho, no era mejor describirlo; hay otros muchos sonidos que difícilmente uno puede emitir con el uso de la boca. Están los sonidos que salen del cuerpo. Y entonces reímos juntas.

jueves, 19 de marzo de 2009

¿Alguien opina lo contrario?

mis coordenadas

(urbanas-amorosas)

habitat


mis coordenadas

(centro cultural universitario-sala miguel covarrubias)

habitat


coordenadas
(amsterdam-sonora)
habitat
Una de mis mujeres amadas escribe desde Madrid:

Hace mucho que no sé ti, pero me imagino que has de estar de maravilla con tus 300 historias... en las que siempre estás metida. Deseo que hayas pasado un cumpleaños feliz, rodeada de tus seres queridos y de todas tus mujeres amadas que por cierto son muchas.
Te quiero mucho y te tengo muy cerca en mi corazón.

TH-V

miércoles, 18 de marzo de 2009


14 de marzo
Las llamadas previas y las post: ellas, siempre Ellas. Las mujeres de mi vida: mi madre, mis tías, mis dos hermanas. Mis amores imaginarios. Nan y Ale como cada año quieren divertirse, marcan un día sólo para ellas. Y Sarah por fin me pregunta cómo quiero festejar. Ojalá pudiera reunirme con las tres --al mismo tiempo. Disfrutar de su encanto. Eso sería genial. Pero, sólo dos se conocen y no se caen bien. Sarah es tan voluntariosa. Este año no habrá celebración en conjunto. Me haré de un espacio para cada una.
Nan llamó el viernes dos veces. Y a la tercera me encontró. Suele ser una mujer demandante. Es hermosa al igual que Ale. Ambas son mis amigas. Dos amores en el aire. Y lo saben. Lo respetan y me quieren. Sarah me ha abrazado sin temor. Ha dejado que nuestros cuerpos se unan en un abrazo fraterno. Dice que tiene algo pequeño para mí. La observo con ternura. Es fría. Distante.
Sarah saca un bolsa de regalo. Le pregunto si quiere que la abra en ese momento o lo haga después. Ella dice que no importa. La vuelvo a mirar, sé que quiere que abra la bolsa. Abro con cuidado el contenido. Un cartera. Y se lo agradezco. Le digo que tengo una de igual color. Pienso en los años que llevamos juntas. En la amistad.
Esta amistad ya suma años. Siete. De crecimiento. Cómo se transforma el deseo --esa necesidad del otro, por el otro. Fue el día a día. La cotidianidad. Fue el vacío. Fue todo eso.
Eso que me hace mirarla a los ojos. Sonreír. Y estar ahí siempre. Solidaria. La he visto llorar, ir a hacia adentro, salir otra. A veces me parece la mujer más frágil del mundo. La observo llorando y no quiero consolarla. La observo hasta que sus lágrimas terminan y ella me mira y ríe. Reímos juntas.
Sarah es la mujer a la quiero terrenalmente. No está en el aire. No hay fantasía a su alrededor. Pura realidad. Sarah es la mujer fría. Fuerte. Frágil.
Sarah desnuda mis miedos y yo los de ella. Caminamos juntas a cierta distancia: yo veo sus pasos y ella los míos. No hay sombras.
Sarah es voluntariosa como yo. Su espíritu se exalta tanto como el mío cuando las cosas no salen perfectas. Estos años hemos aprendido a ser tolerantes. A reconocer que podemos perder la cabeza pero no la amistad. Sarah, tu amistad es mi mejor regalo porque me acerca a ti, porque hemos transitado juntas ese largo camino hacia la madurez.

martes, 10 de marzo de 2009

Naa
Naa nga rini ruzá'
naa nga bi xti' xilase
Naa nga xpandá' ni zé
Guiruti' ñuuna laa,
gasti' niní' guchachi'
Naa nga ti bandá' rirá gueela'
ne ti stipi siado' guie'

Soy
Soy la sangre que da forma
soy el viento de nostalgia
Soy la sombra que se marcha
con las lágrimas de nadie
con el silencio de la iguana
Soy figura que amanece
con un silbido en las mañanas

Irma Pineda

viernes, 27 de febrero de 2009

La colección mineralógica de la UNAM está formada con muestras recolectadas por el personal del Instituto de Geología, incluye aproximadamente 5000 ejemplares. Esta colección se encuentra ordenada de acuerdo con la composición química de los minerales. Su clasificación sistemática comprende alrededor de 50 grupos de minerales. Por medio de ella es posible establecer modelos de investigación sobre usos, estructuras cristalinas y atómica, además del conocimiento que proporciona acerca de las características del territorio mexicano.
Leí esta información en una agenda universitaria, de inmediato, una enorme tristeza me invadió. Recordé una cita cancelada. Algo que pudo ser. Y fue. La ilusión. Mi torpeza emocional. Mi rubor encendido cada vez que la tenía cerca. El Deseo. La fragilidad. El puente que aparece en mis sueños. La ansiedad por cruzarlo. Por estar del otro lado.
Las piedras del cielo me dije. Sí, las meteoritas. Seguí leyendo la historia, mi historia:
La primera constancia de una caída de meteoritas se remonta al siglo V, durante las guerras del Peloponeso entre Atenienses y Espartanos, en donde cayó una gran meteorita. Sí, aquella cita tenía mucho de una gran batalla. Ya no podía continuar luchando en mi contra. Me atreví. Derroté a la otra parte de mí. Y cayó la primera piedra.
Cristobal Colón observó una lluvia en su primer viaje a América, narrándola así en su diario de navegación: "El 15 de septiembre cayó al mar un maravilloso racimo de fuego". Mi cuerpo era mar de fondo y hubo noches con luces artificiales que brillaban en lo alto. Explotaban. Descendían. Suaves. Sí, hubo un primer racimo de fuego sobre el mar. El mío.
Hasta finales del siglo XVIII se creía que las meteoritas eran producto de fenómenos de la atmósfera terrestre. En 1792, Lavoisier, explicó que esos fenómenos eran "piedras terrestres alteradas por el rayo". Ah, la razón. Mi razón. Esta que me ha ofrecido un sin fin explicaciones sobre mí misma. Esa fría experiencia que es el conocimiento. Cerré la agenda. Y la tristeza otra vez. Más honda.
Ella es real -ni siquiera puedo escribir su nombre- y cada vez que la veo, tiemblo. El rubor aparece. Y desearía cruzar el puente y estar del otro lado. ¡Dios!, ya no puedo esconderme debajo de la cama como cuando niña, ni darme la vuelta ni salir corriendo. Y los dos minutos que estoy frente a ella se vuelven una eternidad. Aquella cita la cancelé después de planearla por algunas semanas. Cancelé su posibilidad.
Piedra del cielo. Roca volcánica. Eso somos. Las dos.
Las horas
12 sep 2007
Y era mi amor que yo no conocía.

Yo me senté a su lado
sin mirarla
porque yo estaba solo
y no buscaba río ni crepúsculo,
no buscaba abanicos,
ni dinero ni luna,
sino mujer, quería
mujer para mis manos y mi pecho,
mujer para mi amor, para mi lecho,
mujer plateada, negra, puta o pura,
carnívora celeste, anaranjada,
no tenía importancia,
la quería para amarla y no amarla
la quería para plato y cuchara,
la quería de cerca, tan cerca
que pudiera morderle los dientes con mis besos,
la quería fragante a mujer sola,
la deseaba con olvido ardiente.

Ella tal vez quería
o no quería lo que yo quería,
pero allí en Martabán, junto al agua de hierro,
cuando llegó la noche, que allí sale del río,
como una red repleta de pescados inmensos,
yo y ella caminamos juntos a sumergirnos
en el placer amargo de los desesperados.

Rangoon 1927
Pablo Neruda

jueves, 26 de febrero de 2009




lo que ella ve

lunes, 16 de febrero de 2009

"El único que tiene historia es el ser humano" una breve idea que fui desarrollando a partir de la participación de mis compañeros. La profesora me miró asombrada. Pensé por un momento que estaba equivocada. Ella me pidió que siguiera hablando. Al final me felicitó. "Es el sentido del tiempo. Y en todos los años que tengo de impartir clases, nadie antes lo ha mencionado como tú, con tanta precisión". Entonces retomó mi idea y la clase continuó; otros conceptos se analizaron: autocrítica, libre albedrío y cultura. Antes de retirarnos me volvió a felicitar. Salí del salón con una extraña emoción. Incredulidad. Algo así. Fue inmediato el reconocimiento. Mi participación. Era el primer día.
Era el primer día, luego del largo proceso de selección y trámites burocráticos, de un semestre escolar donde dos terceras partes de los alumnos ingresaron en semestres previos o bien, son alumnos de otras especialidades que escogen asignaturas de derechos humanos como optativas. Los que recién ingresamos somos una minoría. Entendí entonces las miradas de los demás sobre mí. La competencia.
Susana, ayer lo único que se me quedó fue tu nombre, se refirió a mí con cierta hostilidad. De seguro eres una noña. Conoces el significado de esa palabra le pregunté. Alguien así como tú, constestó con desagrado. Sonreí. Pude imaginar la dinámica de interacción en una facultad tan conservadora como ésta. El trato despótico de los profesores. El gesto descortés del personal administrativo. Todo eso. Qué me haría pensar que mis compañeros serían amables y respetuosos. Empáticos. M me recuerda a Hugo, un niño muy enojado con la vida. Un niño al que no le gustaba que las niñas jugaran con los niños. Hugo que pateó mi estómago porque le gané. Hugo. Mi escuela primaria. M. El posgrado.
M lleva tres días observándome como si yo fuera un bicho raro: la mancha de tu mano izquierda es porque tienes hijos. Dejáme ver tu letra. Coleccionas estampitas religiosas. Tienes algo blanco en las orejas. Se ve feo. Quítatelo. A cada una de sus observaciones he agregado información: la escamación es una dermopatía. Psoriasis. Nada que pueda contagiarse. El salón es pequeño. La distancia no existe. La proximidad asfixia.
Bitácora de una estudiante
dh 18-21

viernes, 13 de febrero de 2009

Newmarket, On. 22 de marzo de 2003
Querida Susie,
Antes que nada: ¡Feliz Cumple! ¿Qué hiciste? ¿Estuviste contenta, reflexiva, cabilante? Espero de verdad que haya sido un día agradable para ti.
Por tercera vez he cambiado de compañía. Durante nueve meses de mi estancia aquí han habido una serie de cambios que van desde los laborales hasta consideraciones sentimentales. Creo que incluso mi personalidad ha cambiado para bien.
Leonardo también ha cambiado. Su rebeldía y desobediencia; todo ese enojo parece un vago recuerdo de la separación que tuvimos. Leonardo se ha convertido en una niño tranquilo, satisfecho consigo mismo y con su entorno. La escuela, sus amigos, su mamá, su hogar. Es un niño obediente, inteligente y sumamente sensible. Sus habilidades sociales han mejorado mucho y se desenvuelve con modales y confianza tanto en la escuela como en la casa.
Pasamos las tardes juntos, jugamos, estudiamos, platicamos y vemos TV. Leo es un gran compañero y un gran hijo. Su presencia me ha dado una enorme perspectiva en mi propia vida. He pensado mucho sobre ese tema.
Cuando Leo se va a dormir, después de su baño en tina, leemos juntos algunos cuentos de Winnie Pooh o de Angelmouse. Luego voy a la cocina, prendo un cigarrillo y preparo una taza de té. Entonces me siento a pensar. Han sido cinco meses desde que Leo llegó. Al principio no sabía qué hacer. ¡Ay Susie! Estaba tan asustada, pues no sabía como ayudarlo. Leo estaba tan desorientado, tan enojado, tan grosero, tan agresivo; que francamente no sabía ni por dónde comenzar. Poco a poco llegamos a mutuos acuerdos, a establecer límites. Creo que su mente y su corazón han entendido que mami no lo abandonó. Su compartamiento empezó a cambiar, casi imperceptible, al principio. Gradualmente se dieron cambios en nuestra comunicación. Y ahora la paz por fin se hace tangible en nuestro hogar. La prueba es la falta de agresividad en su convivir cotidiano. No tienes idea de la culpa. Una culpabilidad insoportable, desde que salí de México, cuando llegué aquí, y aún después de recibir a Leo. Me ha costado mucho perdonarme. Ahora me siento libre de esa emoción y veo las cosas diferentes. No sabes lo satisfecha que me siento con respecto a la relación con mi hijo y también de todos los progresos que estamos haciendo juntos en este país. Los dos extrañamos México: nuestra familia, nuestros amigos, a ti, por supuesto; el clima, la comida. Sin embargo, hay muchas cosas de este país que nos gustan: a Leo le encanta la nieve, y ya tiene nuevos amigos y amigas.
Yo también he hecho nuevas amistades. En el área sentimental no han habido nuevos amores. He salido con algunas personas.
Por último, una amiga me propuso que conociera a un amigo de ella y de su esposo. Fue una cita a ciegas con William L, un escocés que ha trabajado en una librería. Es un tipo decente, que busca establecer una familia, tener hijos y el sueño de la familia feliz. Esta, parece ser una relación a largo plazo.
Y ¿tú, amiga? No sabes cómo te extraño. Te mando muchos abrazos y prometo seguir en contacto.
pd te mando una foto en donde Leo y yo estamos en la Torre Nacional Canadiense.
Ah! Mil gracias por tus cartas. Me llena tanto leerte. Estoy orgullosa de ti y de todos tus proyectos. Tu poema "Posdata" me hizo llorar, llorar y llorar. Me hiciste muy feliz. Te quiero.
L
*Años Luz. Veintiséis cartas y un largo poema de amor.
mayo 17, 2004

Mi adorada amiga,

Ayer soñé contigo, me invadió una extraña nostalgia: te soñé soñando.

"Aún no amanecía, era casi de madrugada, llegaba a una casa que tenía un sólo nivel. Era una ciudad que desconocía. Tu mamá me abría la puerta; parecía que ella ya sabía de mi arribo. No hubo palabras sólo un guiño de aprobación. Su mirada me indicó el sitio donde te encontrabas dormida. Miré por segundos la belleza de tu imagen: tu cuerpo en reposo apenas cubierto por sábanas blancas. Tu rostro afilado en un silencio apacible. Armonioso. Temí despertarte e inquietar tu sueño. Antes de salir, me sentí observada por alguien que estaba en otra habitación. Intenté mirar pero la oscuridad me impidió descubrir su identidad. Salí de ahí. Caminé a través de un largo corredor que me condujo a una avenida. Un hombre salió de un automóvil, se dirigió a la casa contigua. Escuchaba la detonación de una arma. Varios disparos. La gente de la avenida comenzó a esconderse, pero yo no sentía pánico, ni zozobra, nada. Sólo avanzaba, avanzaba. Avanzaba."

Lejos estoy de querer inquietarte con este relato onírico. Su contenido, mirarte con lo ojos cerrados, me provocó recordar que alguna vez me deslumbró tu desnudez, tu belleza --desearía conocer el trazo de las ensoñaciones que se dibujan sobre tu rostro. Mirar el azul de tus ojos cuando despiertas; mirarme en tus ojos, otra vez--. Es sólo mi melancolía. Nocturna y digavante. Aún poseo imágenes tuyas, mariposas en vuelo ligero. Libres. Aladas van y regresan cada vez que te pienso, cada vez que te siento. Y esta otra que guarda mi corazón.
Susana
*Años Luz. Veintiséis cartas y un largo poema de amor.

lunes, 9 de febrero de 2009



Esta mañana abrí mi correo. 25 mails. Los he leído todos con calma y he enviado respuesta a cada uno. Cuando llegué al asunto del quinto "Tú"; no imaginé la alegría que su contenido me provocaría. Ya alguna vez asumí que mi blog es un diario precipitado. Un diario fragmentado. Pocas ocasiones ofrezco la dirección para su lectura. Me gusta escribir aquí y las más de las veces, se me olvida que lo que uno sube alguien lo leerá. Es también un diario público.
"Acabo de darle la lectura de hoy a tu blog. Veo que necesito leerte a diario porque todos los días viertes algo en ese apartado virtual tan tuyo (...), me alegra tanto saberte, Susana. Puedo sentir tu escribir. La correspondencia (...). Pero con tanta distancia temporal no estaba enterada de algunas cosas o acaso ya me enredé en la fina ficción que hay en tu blog. No creo, aún cuando fuera ficción eres tú en esas líneas, pero sácame de la duda (...). Reconozco tus sentires, tus estados de ánimo, y ese desdoblamiento de los mismos en la correspondencia en tu blog. Todo lo que me dicen y sienten es tan humano, tan tuyo, tan mío, tan universal.
Te abrazo y te beso con mucho cariño.
C".
Ah! querida sé que esto lo vas a leer y espero que no te moleste que haya subido tus líneas; gracias por tanto cariño! seguro nos vemos uno de estos días.

jueves, 5 de febrero de 2009

"Los veranos son muy largos aquí. Amaneció lloviendo. Una neblina cubría las montañas. Y salí y respiré un aire nuevo. Es que alguna mañana padecemos la luz, como si fuera el día en que empezamos a romper el silencio".

con estas líneas terminé una larga carta de despedida. Después de la tortuosa espera de una respuesta por mail. Fue el verano pasado cuando acepté regresar a la ciudad e ir con la Griega a la fiesta de Lizy. Un rancho ecológico en Apizaco. Los amigos en común. La diversión. El campo abierto. La fogata. El frío. La noche. El tequila. El vino. La paella. Sólo un fin de semana juntas bastó para entender que no había historia. Entre ella y yo pura ficción. Que no bastaba ese lugar mágico: la ventana abierta, el cielo estrellado y el croar de las ranas. Que no bastaba ni su deseo ni el mío. Ni la urgencia por poseernos ahí sobre ese colchón de aire. Solas. Mientras los otros afuera bebían y cantaban alrededor del fuego.

Desperté primero. La miré dormida. El calor de mi cuerpo la inquietó. Sus ojos se abrieron sin sorpresa. Tenía el cansancio de los trasnochados. La dejé dormir y bajé a asearme la boca y cepillarme el cabello. Un pequeño salió a mi encuentro: cuántas te tomaste me interrogó. ¿Y eso? le contesté. ¡Tienes cara de felicidad! Y los que andaban por ahí rieron mucho. No bebí. No es el alcohol lo que me tiene así. Regresé al ático.

Me acurruqué junto a ella. Somnolienta escuchó mi lectura. Un par de párrafos de Nadie me verá llorar. Abrió los ojos y yo continué. Ella se sorprendió tanto como yo. No hacía falta leer. Mi memoria los había registrado. Cierto. Como ahora la memoria trae esa larga carta que le escribí en casa de mamá. Era cierto. Después de sus dos años de ires y venires. Después de idear el primer encuentro sexual. Todo sucedió. Todo fue. Y se fue a la mierda. Yo le daba hueva lo escribió en el mail. Todo el tiempo he sentido que me pides que sea otra, como si fuera mi obligación serlo sólo porque tú me quieres. Así no suceden las cosas chidas. Estoy harta de este jueguito de estira y afloja. Además honestamente ya qué hueva!

Lo entendí. Yo me enamoré. Y la convertí irremediablemente en otro ser. La Griega.

Lloré en silencio esa tarde de regreso a casa. Lloré mientras leía su mail. Lloré en silencio mientras escribía mi carta de despedida. Me parecía rídiculo escribirle. Tanto. Así. El amor es el silencio más fino. Lo recordé. El más tembloroso, el más insoportable. Los amorosos andan como locos/porque están solos, solos, solos.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Ayer recibí una bolsa llena de libros. Un regalo de Rosa Beltrán. Me siento como niña con juguetes nuevos. 5 nuevas ediciones de la dirección de literatura. ¡Enhorabuena!

Soy una lectora voraz. Ya leí Telaraña del buen amigo, Mauricio Molina. En la contraportada se lee: Un autor se reconoce por sus obsesiones: mensajes procedentes del futuro; rituales de oscuras sectas esotéricas; experimentos genéticos nazis; un éxito editorial que cierto narrador no recuerda haber escrito (...). Y así por el estilo, lo que me ha funcionado es el poder del lenguaje en sus textos. El nombrar el límite de la realidad, alcanzar, cruzar fronteras y estar en un mundo-otro. Esas paradojas del tiempo y del espacio con las que juega en sus relatos. En fin. Telaraña es un libro recomendable. Redondo. Ojalá, Mauricio escribieras más!
El primer día de clases es un día difícil cargado de emociones, de expectativas, de encuentros. El primer día de clases uno busca en la pizarra el número del salón. Lee el nombre de los futuros maestros. Camina por los pasillos. Sufre. Sufre el nervio de la primera clase. Ayer fue un día de gozoso sufrimiento. Un placer único. Los rostros que se miran, que se encuentran por los pasillos. El azoro.

El edificio de posgrado se encuentra ubicado en el campus central de ciudad universitaria. A un costado de las instalaciones de la facultad de derecho. Es un edificio rectactular de tres plantas horizontales. La primera es un área administrativa y los pisos siguientes salones de clase y auditorios pequeños. Ahí se imparten 20 especialidades, maestría y doctorado en derecho. Es una edificación discreta. A unos cuantos pasos está el auditorio Alfonso Caso con su enorme mural: la conquista de la energía de José Chavez Morado. Enseguida, esa área verde que siempre se antoja recorrer las Islas. A lo lejos, la biblioteca central y la torre de rectoría. Más distante, el estadio olímpico.

Segundo piso, salón 15: derechos humanos en el debate social, mi primera de dos clases cada tercer día. 4 asignaturas. Llegué quince minutos antes. Me acompañaría M. Nos quedamos de ver en la entrada del edificio. Ella estaba en la puerta de entrada cuando llegué. Le pedí que me acompañara a buscar mi salón. Entonces dijo que mi profesor ya había llegado. Tiene cara de loco agregó. Eso me puso más nerviosa. Debo confesar que ya sabía de su existencia y estaba completamente de acuerdo con el comentario. No obstante, él sería mi profesor.

A los pocos minutos, un hombre de mediana edad arribó al salón, en efecto, el corte de cabello reciente hacía que la frente alargara su rostro. Algo verdaderamente extravante. Lo saludamos con cierta amabilidad y temor. M le comentó que estaba ahí por mí, que la que estaba inscrita no era ella. Entonces, él me observó y de inmediato dijo: si ya miré la lista. Pero, si tú susana, tienes como tres maestrías. En ese momento, no supe qué decir, era obvio que él me conocía. Hasta ese momento no sabía que había en ese comentario. M y yo nos miramos. Ella salió.

Los minutos previos para dar inicio a la clase se prolongaron entre las miradas del profesor y el silencio de los inocentes. El profe volvió a mí y me obsequió una revista. Me empezó a tratar con cortesía. Finalmente, otros jóvenes arribaron y la clase por fin dio comienzo.

Cada uno se presentó. Quince alumnos con diversas profesiones y procedencia, entre ellos dos colombianas. Un grupo compacto. Joven. Se leyó el programa general, los objetivos particulares, la fecha de evaluación, los porcentajes, etc. Tomaba nota y sentía un ligero mareo que no me permitía concentrarme. Estaba ahí. Había ganado un lugar, el mío. Era también, sin duda, una decisión razonada. Estudiar una especialidad en derechos humanos ¿para qué? A quién de verdad le importan. A todos estos que estamos aquí me dije. Luego, no sé si el profe observó ni distracción y me pidió que reparasara los puntos acordados. Entonces, me acercó un engargolado dijo que era la primera lectura y yo debería hacerme cargo de repartir una copia para los demás. Después se nombraron relatores de notas sobre dh en europa, latinoamérica y eu. Más lecturas. Más trabajo. Terminó la primera clase. Y salí en busca de esas copias. Caminaba contenta bajo una fina lluvia.

Bitácora de una estudiante
dh 18-21

martes, 3 de febrero de 2009

Hoy

especialidad derechos humanos
lunes a jueves
18:00 a 21:00 hrs.
Faculad de Derecho, UNAM


(ups, ¡qué nervio!)

miércoles, 28 de enero de 2009

Newmarket, On noviembre 11, 2003

Susie,
Tu carta es hermosísima porque me acerca a tu mundo espiritual, a tu mundo emocional y porque también me confronta con nuestra relación. Nuestro encuentro en México fue uno intenso, lleno de incertidumbre por un lado, y de certeza por el otro. La incertidumbre del futuro, del destino. La distancia física entre nosotras cuestiona nuestra relación constantemente. La certeza de que nos queremos es definitiva. Eso lo sabemos. Y pienso que es lo más cuenta, Susie. Sé que para ti todo esto es muy difícil. Emocionalmente funcionamos de maneras diferentes.
Me dolió verte tan aturdidad, tan frágil por tu enfermedad y por tus nervios. ¿Por qué tanta angustia, por que tanta ansiedad? Me gustaría reconfortarte, llevarte a algún lugar en donde encuentres paz, tranquilidad. Y ese lugar se encuentra en ti. Ay Susie! Ya no te atormentes, ya no pienses tanto.
Mis lágrimas resbalan, atraviesan mi rostro, se deslizan sobre el cuello para sumergirse en la marea picada que golpea mi corazón. Me gustaría que escribieras algo más alegre. Susie, sé que pronto vas a superar este estado emocional.
Te agradezco mucho que hayas reanudado nuestra correspondencia. Sabía que era cuestión de tiempo. Optaste por el silencio y lo respeto. Ahora que has decidido reanudarla, no tienes idea el gusto que me da.
Leonardo está muy bien. Las fiestas de halloween nos mantuvieron ocupados. El disfraz, los dulces, la escuela, la decoración en la casa. Nos divertimos mucho. En cuanto llegamos mi jefa nos invitó a cenar a su casa por el día de acción de gracias. Fue una cena deliciosa de pavo y y pay de calabaza. Ella y su esposo están locos por Leo. Lo quieren mucho y le hacen cualquier cantidad de fiestas. A Leo y a mí nos gusta pasar los fines de semana en casa de ellos.
Aquí ya empieza a nevar. Nevó el sábado un centímetro y luego dehielo. El frío ya empieza a sentirse y llueve, llueve mucho. Parece ser que este invierno no será duro. Leo quiere que ya nieve, pues piensa que Santa llegara antes si todo se encuentra lleno de nieve.
Mis días transcurren llenos de actividades y de satisfacciones. Sin embargo, mi salud se encuentra un poco frágil. Hoy no fui a trabajar por la fiebre tan alta que tengo. Creo que necesito descansar un poco. Y relajarme, pues ando con mucho estrés.
Me comuniqué con mi mamá ya terminó su terapia de quimio, pero ahora le van a hacer otra serie de estudios para asegurarse de que efectivamente el cáncer ha sido erradicado. Eso me tiene contenta, pues significa que tengo mamá para rato, para mucho rato.
Siento mucho la enfermedad de tus padres. Yo sé precisamente lo que se sufre al tener a un padre o madre enfermo/a. Y además se te junto con el registro de la tesis. ¡Qué lástima! Y sí, Susie, yo tampoco lo hubiera tomado con calma. No me sorprende que tú misma te hayas enfermado. Espero que la salud de tus padres se restablezca y la tuya también.
Susie, te quiero agradecer los libros que me obsequiaste. El de las escritoras chicanas lo he disfrutado mucho. Incluso se lo presté a mi jefa para que leyera la versión en inglés. Fíjate que estuvimos discutiendo sobre cuestiones sexuales y de género. Sobre el rol particular que nos somete la sociedad por ser mujeres. El tratar de romper este rol tiene un precio y eso lo sé bien. Ser madre soltera. Como si uno tuviera que justificar lo que uno es.
El otro libro que también he disfrutado mucho es el de las JL. He aprendido mucho de la sabiduría de estos pueblos indígenas. Enhorabuena Susie, pues admiro tu dedicación y entrega para la causa.
El sábado nevó y fue el día que estaba deprimida. La depresión tiene que ver con mi periodo. Sé que en esos días emocionalmente soy un verdadero caos. Lloré y lloré. Extrañé mi pasado intensamente. Los recuerdos, los momentos, las personas, los olores, los colores, las mariposas azules de otro cielo en otro tiempo, me lastimaron. William me preguntó por este estado. Le pedí que me dejara sola; necesitaba pensar y sentir todo esto. Creo que eso me da perspectiva sobre mi propia vida y sobre mi misma. Me dejó estar y me preguntó si mi estado anímico se debía a esos días del mes. Creo que Will está empezando a conocerme. Le platiqué lo que pensaba. Necesitaba un abrazo tuyo, Susie. Necesitaba verte y caminar juntas por el espacio escultórico. Sentarnos y conversar. Hasta extrañé el capuccino de la cafetería de difusión. Extrañé los olores de la facultad, del espacio escultórico, de la cafetería. El olor que más extrañé con dolor fue el de tu cabello. Me haces falta.
También extrañé otros momentos de mi vida. Recuerdos de el güero y nuestra convivencia por cuatro años, es algo que definitivamente ha dejado huella en mi vida. El sábado también me hizo falta él. Ay Susie, de verdad me gustaron tanto las líneas que me enviaste: un tiempo-no-medido, un mundo-otro. Algo en sí mismo. La impenetrabilidad, la reticencia, su si-mismo. Aquello que regresa en el momento exacto para colocarse sobre el mundo como un velo (crg).
Le conté mis recuerdos a Will. Me parece que no apreció mucho el hecho de que extrañe a otras personas, como quizá tú misma no aprecies el hecho de que extrañe al güero. Sí, Susie, ya puedo ver esa mueca burlona y hostil de niña celosa cuando menciono a otras personas. Sin embargo, se que te da gusto saber cuanto y como te extraño. La vida se me hizo menos dura, menos pesada gracias a tu apoyo, a tu presencia. Y sabes que, no creo que los personajes de nuestro pasado tengan derechos de exclusividad. Es decir, a veces regresan sin evocarlos y a veces no regresan aunque uno los evoque.
En cuanto a ti, me da un gusto enorme que hayas regresado cuando te evoqué, pues te pensé mucho en ti durante los últimos días de mi estancia en México y durante todo el tiempo acá. Me da gusto que reanudemos este vínculo, pues al hacerlo te conviertes nuevamente en una persona que vive en mi presente. Cuando tu silencio, tuve mucho miedo de que pasaras a ser un personaje de mi pasado. ¡Gracias por romper ese silencio! Tanto a ti como a mí nos hace bien sentarnos a escribir y dialogar entre nosotras. Creo que este ejercicio nos brinda claridad. Arroja mucha luz hacia nuestro propio mundo interior y nos ayuda a ver el mundo de la otra.
Te mando un abrazo muy fuerte,
L

*Años Luz. Veintiséis cartas y un largo poema de amor.

quom deum
La nostalgia me acompaña por las calles de Toronto. Esta distancia física es dolorosa, pero recuerda que te abrazo todas las noches. Ayer soñé contigo: caminábamos juntas por el espacio escultórico y después de cruzar un paraje sombreado, salíamos a los rascacielos del centro de Toronto, a Bathurst Street.
Nada tenía yo, no pedía nada
nada en amor puede pedirse
y, así, me diste todo

rubén bonifaz nuño
¿Cómo hablarle de amor si ella era eso?
daniel sada
Onírico
Un pequeño pájaro azul aletea
en el aire se mueve un desolado olor
de tiempo ausente

lunes, 26 de enero de 2009

diciembre 27, 2003
Queridísima L,
He deseado tanto escribirte de mi puño y letra estas líneas; escribir sobre el papel es otra cosa. Es sentir cómo surgen una a una las palabras, es recrear grafías propias, es la letra de uno. Aquellas que surgieron en la infacia y que con el tiempo van amoldándose, creo que es también lo más personal que poseemos. Nuestras grafías. Nuestros signos.
Cuando recibí una de tus cartas acompañada de la fotografía donde aparecen Leo y tú, me emocionó mucho leer la inscripción de su nombre al reverso. Gracias, Luz. Es tu hijo. Tu creación. Y me conmueve verte en esta etapa de tu vida como madre.
Recuerdo los días de clase en la facultad, donde acudías ya con tu embarazo; las ocasiones en que fuimos al cine, a alguna presentación, a la Guadalupana; al concierto de Silvio Rodríguez, pero el recuerdo más vivo que tengo es la visita a las Serpientes muy cerca del Espacio Escultórico. Allí, tú dijiste que deseabas acostarte como yo, bocabajo. Luego, aquella presentación que tuve en la Escuela Nacional de Música, me sorprendió muchísimo tu presencia. Ay, amiga ¡cómo no voy a quererte! Hemos estado tan cerca y pretender negarlo sería como negarme a mí misma.
Debo confesarte que el primer día que acudí a tu departamento, deseaba tanto conocer a Leo. Tenía en la mente su imagen de recién nacido junto a ti. Justo cuando acudímos Percival y yo al hospital, lo recuerdas. Mirarte me llenó de alegría, como hoy me alegra reconocerte. Sé que el tránsito de estos años han sido (¿?) Es algo que sólo tú puedes calificar. Y aunque al principio de nuestra amistad, me limitaba a escucharte, realmente estaba muy lejos de saber que tú ocuparías este lugar que tienes en mi corazón. Sí, apartir de aquella visita cuando Leo y tú me abrieron la puerta. Abrieron para mí un umbral de revelaciones.
La tarde del sábado fui a Cuernavaca. A tu casa a visitar a tu mamá, le llevé una nochebuena y la Sandunga, de Lila Downs. Cuando llegué alguien también entraba, así que arribé sin saber si ella se encontraba. Toqué el timbre y se asomó por la ventana de su habitación. Me invitó a pasar; reconocí el orden y un olor fresco, placentero. Me senté en un sillón de la sala y conversamos durante un largo lapso hasta que tu tía Bertha llegó. Tu mamá me comentó de la mejoría en su salud, se ve mucho más animada. Me habló también del divorcio de tu hermano y, naturalmente te mencionó. Te preguntaras por qué fui a visitarla. Y sé que también tienes la respuesta. Te aprecio. Y la figura materna es un motor que me mueve, es tu mamá y de alguna manera es también estar cerca de ti. Aunque desearía expresarte que no fue mi intención saber más de lo que ya sé que te acontece por allá; de cualquier manera, escucharla me ayudó a percibirte verdaderamente lejana y con expectativas que sólo tienen que ver con tus decisiones. Ya he aceptado que tu partida me devolvió el sentido de la amistad. De tu amistad. Aquella que con tu presencia constante en la facultad no veía y que ahora que estás lejos desearía tener. ¡Qué contradicción! pero uno no planifica las emociones. Los sentires. Uno siente y nombra. Uno experimenta. Vive. El amor, decías, es de dioses. Yo agregaría es un regalo de los dioses.
Estar contigo me iluminó a plenitud. Me otorgó la certeza de mi elección. Amar a una mujer igual que yo. Eres una mujer única. Estar contigo fue un regalo de los dioses.
Sé que mis acciones y omisiones han podido lastimarte en más de una ocasión. Perdóname. Soy un ser frágil y cursi, lo reconozco. En la fragilidad y el sentimentalismo uno va aprendiendo a observar el matiz, el propio y el ajeno. (...) Reciban Leo y tú un abrazo fraterno.
Susana
*Años Luz. Veintiséis cartas y un largo poema de amor.

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