lunes, 26 de enero de 2009

Newmarket, On, marzo 3, 2003

Querida Susie,
Ha sido un largo silencio el cual finalmente ha llegado a buen término con este tremendo saturnazo; mismo que me sacudió de tal manera terminé aterrizando en Canadá. La distancia entre México y Canadá ha puesto también una distancia y una nueva perspectiva entre mi pasado y mi presente, entre quien fui y quien soy. Estos nueve meses en esta basta tierra nórdica, en donde a pesar de ser primavera no deja de nevar, ma han servido para recapitular, repasar y comprender los días transcurridos en mi amada tierra mexicana. A ti, Susie, te agradezco tus múltiples enseñanzas, tu cariño, tu entrega, tu amor. Déjame decirte, amiga mía, y lo sabes, que eres bien correspondida. La convivencia juntas a través de tantos años, ha dejado una hermosa huella en mi vida, de la cual ya siempre serás parte. A distancia te siento cerca, amiga mía, pues te llevo en mi corazón.
Llegó tu carta a Seneca College junto a tu texto Náufragos frente al destino y espero que eso haya sido todo, pues tu carta llegó abierta. De ahora en adelante si deseas escribirme hazlo a la dirección que aparece en el remitente, pues es la dirección de mi departamento.
Lamento mucho este silencio. Ni una carta, ni una foto, nada. Este silencio no es falta de cariño u olvido. Tampoco le he escrito a mi madre, ni a Jesús, bueno vamos, a nadie. Ha sido un silencio absoluto. Cansada estoy de oír mis historias pasadas. Necesitaba silencio, silencio. Mi trabajo en los últimos meses ha sido una misión con mi hijo. En una carta posterior escribiré sobre esto.
Tu carta no me ha ofendido, por el contrario Náufragos frente al destino es un texto que me ha sacudido con profundas revelaciones. Un texto escrito así, por una mujer inteligente, con un dominio de la palabra y con un sentido de expresión implacable del contexto, nunca ofende, sino que estimula mi pensar. Desde que recibí tu texto no he podido dejar de pensar en nuestro vínculo tan íntimo, tan hermoso, tan lleno de mariposas y cielo azul, de respeto y amor, de fraternidad y entrega. Amiga, ¿cómo me puede ofender el hecho de que me conozcas y me reconozcas?
Susie, a diferencia de tu perspectiva, nunca has sido partícipe del caos en mi vida. En este departamento no necesito ayuda. Tú siempre has sido partícipe de los más íntimo y más hermoso de mi vida. Eres una persona extraordinaria, a la cual no dejo de apreciar, respetar y admirar. Soy muy afortunada porque somos amigas. Y eso no lo cambia ni la distancia ni nada. Te quiero mucho. Tú sabes cómo.
LMJ
*Años Luz. Veintiséis cartas y un largo poema de amor.

No hay comentarios:

Archivo del blog

Datos personales

Mi foto
Vivo en Amsterdam 62. Bis.